A primera vista, las represas dan la impresión de que sólo retienen y almacenan agua, pero en realidad cumplen muchas otras funciones. Las represas pueden ayudar a proteger a las comunidades de las inundaciones, proporcionar agua para regar tierras de cultivo, permitir el paso seguro de pequeñas embarcaciones y barcazas, crear lugares para realizar actividades recreativas en el río y suministrar electricidad renovable y libre de carbono a la región noroeste. Aunque no todas las represas realizan las mismas funciones, la mayoría de las represas brindan múltiples beneficios.

Controlar el riesgo de inundaciones y proteger a las comunidades
Los caudales de los ríos, especialmente durante los años con un acelerado derretimiento del hielo o lluvias intensas, tienen la capacidad de inundar, dañar e incluso destruir las áreas circundantes. Un ejemplo de esa capacidad destructiva es la inundación de Vanport en 1948, antes de que el control de inundaciones fuera una cuestión de importancia. Tras un acelerado derretimiento del hielo y lluvias torrenciales, el nivel del Río Columbia aumentó a más de 23 pies por encima del nivel de inundación, y los diques no lograron contenerla. La inundación destruyó las casas de 18,000 habitantes y causó la muerte de al menos 15 personas, arrasando con la entonces segunda ciudad más grande de Oregón.
La inundación de Vanport ayudó a impulsar el desarrollo del control de inundaciones en las represas de la Cuenca del Río Columbia para reducir el riesgo de otro desastre por inundación.

Las represas controlan el riesgo de inundación al operar en conjunto con el sistema de diques para retener el agua, liberándola con el paso del tiempo. Las represas de la Cuenca del Río Columbia pueden almacenar hasta 40 millones de acres-pies de agua en grandes lagos artificiales situados detrás de ellas, denominados embalses. Eso representa mucho espacio de almacenamiento, considerando que un acre-pie equivale a suficiente agua como para cubrir casi todo un campo de fútbol con un pie de agua. Los ingenieros a cargo de la operación de las represas controlan la cantidad de agua que pasa por las estructuras utilizando salidas tales como generadores hidroeléctricos o desagües. Con el objetivo de asegurarse de que las represas tienen suficiente espacio detrás de ellas para almacenar el agua, los ingenieros vacían el agua de los embalses al dejar que pase más agua a través de las represas durante el invierno en un proceso que se conoce como succión. Esto permite que grandes cantidades de agua de lluvia y escorrentía llenen los embalses de las represas durante la primavera.

Regar tierras de cultivo e hidratar la abundancia de recursos naturales de la cuenca

El aprovechamiento del agua de los ríos para hacer crecer los cultivos de la región noroeste comenzó hace más de 200 años, pero los proyectos de riego a mayor escala se concretaron a mediados del siglo XIX. En la actualidad, las represas de la región noroeste ayudan a que los campos de la región prosperen y alimenten al mundo con papas, remolacha azucarera, menta, frutos del lúpulo y otros cultivos producidos con el agua desviada para riego.

Las represas constituyen un aliado importante para los agricultores de la región noroeste que dependen de éstas para canalizar el agua a través de un sistema de tuberías, túneles y canales con el fin de regar los campos en los que cultivan casi todas las frutas, verduras y grandes cosechas de heno y cereales de la región. La mayor parte del agua desviada de las represas de la Cuenca del Río Columbia para riego se distribuye hacia grandes extensiones de tierras más secas en el sur de Idaho, el este de Washington y el este de Oregón. En total, el 6% de la escorrentía anual de la Cuenca del Río Columbia se utiliza para regar más de 5 millones de acres de tierras de cultivo en la región noroeste.

Permitir un desplazamiento seguro a lo largo de las superautopistas acuáticas

Así como las líneas de transmisión son superautopistas de energía que transportan electricidad de una ciudad o estado a otro, los ríos Columbia y Snake son superautopistas de otro tipo. Gracias a las represas, las barcazas transportan más de 50 millones de toneladas de cargamento cada año entre el Océano Pacífico y Lewiston, Idaho, a 465 millas de distancia. Ocho represas federales con una serie de embalses y esclusas de navegación facilitan y hacen que sea más seguro que los barcos naveguen contracorriente a la esclusa y represa de Bonneville. Las esclusas son pasadizos cerrados que funcionan en forma similar a un ascensor. Se llenan de agua o se vacían a través de válvulas para subir o bajar la embarcación de un nivel de agua al siguiente. Las barcazas, remolcadores y embarcaciones recreativas pueden utilizar las esclusas para navegar contra la corriente o con la corriente. Sin las represas, el río sería una serie de rápidos turbulentos que harían más difícil y menos segura la navegación de los barcos.
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El uso de los ríos para el transporte marítimo también es una forma muy eficiente de transportar cargamento, lo que incluye el 60% de las exportaciones de trigo del país, en la región noroeste. Por ejemplo, una barcaza que transporta 3,500 libras de cargamento por la vía marítima sustituye a 134 camiones por la vía terrestre. Un remolcador que empuja cuatro barcazas que transportan 14,000 libras equivale a retirar 538 camiones de la carretera.

Proporcionar lugares para actividades recreativas y oportunidades educativas

Las áreas situadas detrás y alrededor de las represas de la Cuenca del Río Columbia constituyen lugares públicos populares para realizar todo tipo de actividades de entretenimiento. Los visitantes utilizan los

embalses p

ara disfrutar de actividades acuáticas, desde paseos en bote y pesca hasta windsurf y kiteboarding. Los terrenos cercanos a las represas también ofrecen espacios recreativos para acampar, practicar senderismo, montar a caballo y observar la vida silvestre.

Algunas represas, como Bonneville, The Dalles y Grand Coulee, ofrecen centros de turismo en donde los visitantes pueden aprender más sobre las operaciones de las represas, apreciar su historia, hacer recorridos y visitar las ventanas para ver los peces.
En la actualidad, muchos residentes de la región noroeste identifican a las represas como zonas de diversión para múltiples usos que ofrecen los mejores lugares para el esparcimiento.

Suministrar a la región noroeste electricidad limpia y libre de carbono

La energía hidroeléctrica es un recurso energético renovable, creado por la energía que produce la caída de agua. 

La gravedad obliga al agua a fluir a través de represas  hidroeléctricas especialmente equipadas para producir electricidad económica y libre de carbono que abastece a la región noroeste prácticamente el 90% de su energía renovable. En 2020, las 31 represas del Sistema Energético Federal del Río Columbia, ubicadas alrededor de la región noroeste del Pacífico, generaron un promedio anual de 7,482 megavatios. Sin embargo, cuando funcionan a su máxima capacidad, las represas pueden generar hasta 22,442 megavatios, lo cual es suficiente para abastecer de energía hasta a 10 ciudades del tamaño de Seattle.

Debido a que las represas no producen emisiones de carbono al generar electricidad, la abundancia de energía hidroeléctrica hace que el sistema energético de la región sea el más limpio de los Estados Unidos y evita que 50 millones de toneladas métricas de emisiones de carbono entren a la atmósfera.