Cuando se piensa en la electricidad que se genera en presas hidroeléctricas, tal vez lo primero que imaginamos son ríos caudalosos que hacen girar turbinas gigantescas. Sin embargo, la historia empieza realmente en las montañas nevadas. 
 
La generación hidroeléctrica es la transformación del agua corriente en electricidad. La hidroeléctrica está considerada como una fuente de energía renovable, lo cual significa que se reabastece por la naturaleza o más específicamente, en este caso, por el ciclo del agua. El agua que impulsa los generadores hidroeléctricos del Noroeste proviene de la lluvia y la nieve que caen río arriba, dentro de la cuenca del río Columbia – una extensa área que empieza en las Montañas Rocallosas de la Columbia Británica – y fluye a través de la mayor parte de Washington, Oregon, Idaho y el oeste de Montana.

La precipitación que cae en forma de lluvia ayuda a mantener el flujo de los ríos en invierno y primavera, pero el derretimiento de la nieve es lo que nos ayuda en los meses secos de verano. La cantidad de nieve que se acumula en lo alto de las montañas es vital para atender las necesidades de energía del Noroeste y es sumamente variable de un año a otro.

Donde usted ve nieve, nosotros vemos una fuente de energía

Saber qué cantidad de agua contiene la nieve acumulada en un año determinado es vital para asegurarse de que se dispondrá de suficiente material sustentador para atender las demandas de la región. Los operadores de centrales hidroeléctricas monitorean diariamente no sólo la nieve acumulada, sino también la temperatura, la precipitación, las tormentas y sequías, así como la generación de energía eólica y solar. Esta información les ayuda a hacer planes sobre la disponibilidad de energía a corto y a largo plazo en el Noroeste.

El monitoreo de la nieve acumulada y del caudal no es tarea fácil; requiere la colaboración de múltiples agencias y equipos. El Departamento de Agricultura, el Servicio de Conservación de Recursos Naturales y el Centro Nacional del Agua y el Clima de los EE.UU. monitorean la nieve acumulada en 300 lugares montañosos de Oregon y Washington. Estos datos están disponibles en línea casi en tiempo real. La Bonneville Power Administration financia también docenas de medidores de caudal para ayudar a monitorear los niveles de los ríos, y varios sensores de temperatura y precipitación en lugares remotos donde la nieve acumulada es particularmente importante para la generación de energía hidroeléctrica.

¿Cómo se mide la nieve acumulada?

snip of hydropower poster - mountains and snowpack

La nieve acumulada se monitorea, ya sea tomando muestras de la nieve en forma manual con un tubo de aluminio y pesándolas, o mediante estaciones remotas automatizadas provistas de un dispositivo que se conoce como almohada de nieve.  La almohada de nieve parece una cama elástica y está conectada a sensores para pesar la nieve. Las estaciones automatizadas miden también otras condiciones del tiempo, como temperatura, velocidad del viento, humedad relativa y precipitación.

¿Qué tiene que ver la nieve del invierno con el verano?

Pronosticar el volumen del caudal a partir de los niveles de nieve acumulada es una tarea crítica y desafiante. No sólo la profundidad de la nieve acumulada varía mucho de un año a otro, sino que también la velocidad a la que se derrite fluctúa.

El aumento de las temperaturas invernales significa también que caerá más precipitación en forma de lluvia y no como nieve, lo cual hace que la nieve acumulada y el caudal sean más variables de año en año. 

Los flujos de verano dependen del agua contenida en los embalses de almacenamiento. Después de inviernos secos con poca acumulación de nieve, puede ser difícil volver a llenar los embalses y tal vez no siempre haya agua suficiente para satisfacer todas las demandas que se hagan al sistema. Los operadores de centrales hidroeléctricas de la región trabajan juntos para sacar el mayor provecho de los embalses de almacenamiento y maximizar la producción de energía a fin de mantener su confiabilidad en todo el Noroeste.